El Reglamento General de Circulación anterior al vigente (RD. 1428/2003 art.117) prohibía a los menores de 12 años viajar en el asiento delantero salvo que se utilizara un dispositivo  homologado de seguridad infantil.

Este criterio entraba directamente en conflicto con la Directiva Europea publicada aquel mismo año (2003/20/CE art.2) que exigía que todos los niños de estatura inferior a 1,50m viajaran sujetos a un dispositivo de retención adaptado a su peso.
En consecuencia, dentro del plazo que la Comunidad Europea se concedía para la armonización de los Reglamentos de Circulación de sus distintos miembros, el Gobierno español publicó tres años más tarde el RD.965/2006, que revisaba el artículo 117 para incorporar el criterio de altura.

La Directiva concedía cierto margen de flexibilidad al que se acogieron unos pocos países, entre ellos España, para rebajar la estatura exigida hasta los 135cm, en aras de lo que el Ministerio de Interior español dio en llamar ?una interpretación social? de la norma. No hay que olvidar que la recomendación Europea sigue siendo 150cm y países como Alemania lo respetan escrupulosamente.

La Directiva 2003/20/CE (art.1.3) divide los dispositivos de retención en distintos Grupos según su masa. El último de ellos, el Grupo II/III, llega hasta los 36Kg, lo que abre la disyuntiva entre qué límite debe prevalecer, si el de la altura o el del peso.

LAS SILLAS DEL GRUPO II/III

A partir de los 15Kg de peso se considera que el cuerpo humano se halla suficientemente desarrollado como para resistir la retención del cinturón de seguridad del vehículo a la velocidad típica de un impacto frontal, 56 Km/h.

No obstante, la disposición de los anclajes del cinturón, diseñados  para pasajeros a partir de 1,50m de altura, podría causar graves lesiones sobre un cuerpo de dimensiones menores.

El dispositivo de retención infantil del Grupo II/III viene a solventar este problema, guiando el cinturón para adaptar su recorrido al cuerpo de su ocupante.

Las guías para el tramo ventral están diseñadas para que el cinturón sujete el cuerpo por la cadera, que es el hueso más resistente del cuerpo humano. De otro modo el niño podría quedar retenido por el vientre, con grave riesgo de dañar órganos vitales que quedarían expuestos sin protección.

La guía del tramo diagonal se ocupa de mantener el cinturón en el hombro, apartado del cuello del ocupante, evitando lesionarlo en caso de impacto.

Información obtenida del blog de matiasmasso: https://www.matiasmasso.es/blog/2012/11/cuando-prescindiremos-del-respaldo-en-un-elevador-de-seguridad.html

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